Se fue la luz con la ausencia de tus ojos. Prefiero que me retires la palabra a la mirada, porque así me castigas, en silencio y a oscuras.
La casa tan llena y yo tan vacía. Tenía tan poco de ti... y ahora que no tengo nada te echo de menos, y rozo la demencia al desconocer tus motivos, me muevo entre arenas movedizas. Es posible que el amanecer me sorprenda aquí sentada, tomando aliento, observando el solitario parpadeo de una bombilla que lejos de confundirse con alguna estrella agoniza, como yo en mi ignorancia.
viernes, 23 de mayo de 2008
FINAL
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