martes, 9 de diciembre de 2008

DISTANCIA

Rompo el tiempo con pensamientos que hablan de ti,

abrazo el silencio,

y solo respiro recuerdos.


Volvimos a separarnos,

y viajé al otoño,

a este clima de tristeza

en el que todos los días son lluviosos.


Aprendí a tocarte aún en tu ausencia,

descubrí el mirarte en la distancia,

y aquella penumbra de la que me hablaste,

es donde vivo ahora, donde tú no estás.


Y sentirme sola, caminar a oscuras,

esperar que pasen las horas

para oír tu voz.


Pagaré el precio por tenerte y por ser tuya;

por cada encuentro una despedida,

por cada beso un adiós.

El “te quiero” me costará la vida.


¿Quién fuiste y quién serás?

Qué importa, todas las respuestas son la misma: siempre mía.


Me dejé el olor en tus sábanas

mientras leía tu piel con la mía,

memorizándote en mis manos.


La vida pasa,

como una sustracción de tiempo del global de mis días,

hasta llegar a verte.

Resto sin cesar los momentos que me quedan,

para acariciarnos sin fin.

Qué mentira, sin fin.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bravo!