Mirando fijamente a un punto en la pared. Son demasiadas las veces que me he sorprendido a mi misma en esa situación. Me pregunto qué será lo que provoca que me pierda de esa manera, como si hubiese pequeños universos por descubrir en cada mancha del gotelé, universos que percibo levemente durante extrañas ráfagas de catatonia que me invaden sin avisar. Aunque la teoría que más me convence es la que dice que los universos no están en las paredes, sino dentro de mi, y que ante la imposibilidad en algunas ocasiones de dejar mi mente en blanco necesito concentrarme sobre algo vacío, que me ayude a expresar todo lo que sucede en mi interior. Pues bien, he aquí el resultado de esa expresión y de haber estado durante horas mirando fijamente a un punto en la pared.