martes, 18 de septiembre de 2012



Venga, date prisa que se acaba el tiempo. 
El tiempo no se acaba nunca, se acaban los momentos. 
Pues eso, que este momento terminará, y ya no habrá nada parecido a esto nunca. 
¿Nunca? joder, qué grande me viene ese concepto. 
Bueno, grande se nos viene también esta situación. 
Lo sé, por eso intento aprovecharla.
Y prolongarla, ¿no? 
La situación no, solo el momento, este justo, en este beso mismo. 
Nos quedan unos cuantos más, mientras quede noche por delante.
Sí, y mientras quede piel por besar, así que venga, no pares, no vaya a hacerse de día ya.
¿Pero qué hora es?
¿En serio quieres saberlo? ¿Y si falta poco? Yo prefiero la incertidumbre, sin presiones.
Como si no hubiera presiones... aunque ahora no voy a pensar en eso. Ven aquí, acércate. 
¿Mas?
Todo lo que puedas, ¿no has dicho que nunca volveríamos a estar tan cerca?
Sí, supongo... 
No supones, lo sabes. Igual que yo. Así que dame recuerdos suficientes para no olvidarlo. 
Mañana querrás hacerlo. 
Tal vez tú. 
Bésame anda...