La que no está ahora soy yo. Me he ido por la taza del váter. Y como no hay dolor tampoco hay solución. "Un paracetamol cada seis horas" dice el médico cuando no tiene muy claro lo que tienes. Y que si se dice "kivi" o kigüi". Y yo qué coño sé. "Yo con veinte años me comía el mundo". Pues hay quien quiere vomitarlo. No es mi caso oiga usté, pero haberlos haylos. Para esos el paracetamol es un caramelito, casi mejor el kigüi y decir adiós a las pesadillas y a Sara por por la taza del váter. ¿O es güater? Ya me parecía a mí.
jueves, 14 de junio de 2012
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