martes, 25 de noviembre de 2008

FELICIDAD

De pronto tú,
en este caminar sin rumbo,
en este alma descentrada,
en este vivir sin esperanza.

Tú,
regalándome ingravidez,
sazonada con tus caricias,
cocinada al calor de tu cuerpo.

Proclamas oscuridad, pese a ser pura luz,
clarividencia en la senda que recorría a ciegas.
Me hablas de caos en el lenguaje del orden,
me hablas de amor con tu mirada,
apostada frente a mis ojos,
buscándoles el color,
aunque el color esté en mis mejillas,
deseando que pintes tus labios con él.

Despierto y sigo soñando,
sonrío para respirar,
te imagino a mi lado para que el mundo se pare.

Bendigo aquella noche, con su día,
cuando comprendí quien eras,
simplemente tú, simplemente.

Probé el alcohol de tus labios, y la felicidad.
Te escondes en la penumbra, pese a ser resplandor.
Eres metáfora del batir de alas y del nacer de las flores,
tu boca es una aliteración de besos,
tus sentidos son la intensidad de los colores,
tus palabras son mis palabras.

Has hecho tuyo mi tiempo, y mi espacio,
mi pequeño universo subyace bajo tu tacto,
dulce analgésico para los días en la distancia.

Trazo líneas mientras las horas se suceden,
mientras el amanecer se aproxima amenazador,
y tu luz deja de ser la única que me alumbra.
Dibujo, voy llenando el papel antes blanco,
como tú llenas los espacios vacíos de mis intrincados pensamientos,
voraces de tu presencia.
Solo me falta tu despedida interminable
para que esta noche sin fin te pertenezca del todo,
como yo te pertenezco.

sábado, 15 de noviembre de 2008

PREMONICIÓN

Llegué, te vi, me miraste,
y ya nos conocíamos.
Sueño premonitorio,
destino inamovible,
encuentro obligatorio.
El recorrido del asfalto charro nos llevó lejos, muy lejos,
más allá de lo imaginable.
Entre tu boca y la mía, solo el licor.
Ahora regreso del exilio de tu sofá,
deseando una palabra más,
un minuto más.